martes, 15 de marzo de 2011

ASTRUD & COL·LECTIU BROSSA - La música de las supercuerdas



Y si alguien no ha tenido la oportunidad de ver a Astrud en directo y quiere conocer algo de su particular modo de concebir el pop... que se atreva con este vídeo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Astrud y Col.lectiu Brossa (y de regalo... Single)

Hace ya bastantes años, como a mediados de los 90, tuve oportunidad de asistir en Palau de la Música de Barcelona a un concierto de Elvis Costello y el Brodsky Quartet. Presentaban "The Juliet letters" un disco en el que el cantante pop-rock unía su talento al de este cuarteto de cuerda de raíz clásica y vocación aperturista, dando como resultado una espléndida colección de canciones que no se limitaban a la revisión de un repertorio pop adaptado a las cuerdas de la formación del cuarteto, y mucho menos a una revisión en clave pop de temas más o menos clásicos. Se trataba de presentar un conjunto de canciones especialmente compuestas para esa formación de quinteto particular.

En aquel concierto sentí descubrir un nuevo acercamiento a la música de nuestro tiempo, tomando de aquí y de allá y creando algo nuevo, lleno de sentimiento contemporáneo, y mucho más allá de una manida "fusión", concepto ambiguo que en más de una ocasión sirve para de alguna manera maquillar una evidente falta de ideas.

Algo de todo eso sentí ayer, salvando todas las distancias, en el concierto que dieron Astrud y el Col.lectiu Brossa en la sala Rock Kitchen de Madrid. Seguidor de la trayectoria de este particular dúo catalán, sus canciones recreadas junto al Col.lectiu Brossa, cobran una vida totalmente nueva, son otra cosa más allá de la recreación. Nunca había tenido la oportunidad de disfrutar a los Astrud en directo, y esta ocasión resultó ser estupenda. Con su toque intelectual, pero sin resultar pretenciosos, sino más bien ocurrentes, sus temas se fueron desgranando con un sonido excelente, claro, diáfano... Genís ejercía de presentador extravagante y músico de acompañamiento, pero todo el protagonismo lo tenía un Manolo expresivo y comunicativo y una brillante formación de corte clásico-contemporáneo: violín, violoncelo, marimbas, zampoña... Un concierto perfectamente disfrutable que se hizo corto, muy corto, y que lamentablemente no se pudo alargar por las exigencias de la sala que, en una "ceniciéntica" transformación dejaba las delicias de la cocina del rock para transformarse en elsalón de baile latino "Juanchito".

Habían abierto los donostriarras "Single". Después de Aventuras de Kirlian y Le Mans, Single es el proyecto actual de Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin. A sus inicios un tanto naïf Teresa e Ibon le añaden un tono de enjundia a sus canciones que las hacen menos inmediatas, pero altamente paladeables (cual exquisito plato de la cocina de su tierra) al cabo de unas escuchas.

Un exceso de confianza en la impuntualidad hispánica (lo que me demuestra que los tópicos son sólo eso), hizo que el impuntual fuera yo y apenas tuve tiempo de escuchar "Mi perrito librepensador" y "Posponías", así que poco puedo decir del concierto, más que se pudo disfrutar de una Teresa divertida y expansiva y que el sonido era claro y bueno. Y una última recomendación: para que podáis haceros una idea clara del espíritu de estos chicos, no os perdáis estos vídeos:

www.youtube.com/watch?v=XPc6C1p935s&NR=1&feature=fvwp

www.youtube.com/watch?v=yNL58SQ8b1I&feature=relmfu

www.youtube.com/watch?v=z8DR2Rxrlm4&feature=relmfu

martes, 8 de marzo de 2011

"History of Modern": un retorno (aparentemente) sincero







Está claro: ante la crisis general, y la de las discográficas en particular, la imaginación brilla por su ausencia. Visto que el público potencial de los artistas más nuevos no está por la labor de coleccionar y acumular en sus estanterías artefactos sonoros sólidos y concretos, no se les ocurre otra cosa que estimular el regreso de músicos de generaciones anteriores cuyo público es sin duda más proclive a la compra de discos, tanto en CD... como incluso en vinilo. Curiosamente ese vinilo que las discográficas se empeñaron en finiquitar es al que ahora patéticamente se agarran como tabla de salvación, que a buen seguro no va a salvar a nada ni a nadie.






En cuanto a las reuniones de viejas glorias, aunque a veces puedan resultar más o menos simpáticas, uno siempre se las mira con recelo. Y así, con ese recelo, recibí la noticia de la edición, hace ya algunos meses de "History of Modern", lo nuevo (!) de Orchestral Manoeuvres in the Dark.



Antes de escuchar el disco en cuestión leí una entrevista con ellos en la que abiertamente decían que no habían pretendido un retorno o una continuación, casi 20 años más tarde, de lo que habían dejado en el 93, sino un regreso al sonido primigenio de sus cuatro primeros álbumes. Esta afirmación es la que más me llamó la atención, pues aunque seguí toda su carrera con atención, son, para mi gusto, estos cuatro primeros discos los que definen un sonido característico y una aproximación a la electrónica personal, original y entroncada en otras tendencias de la zona Liverpool - Manchester de finales de los 70.





Estos cuatro discos son:






Orchestral Manoeuvres in the Dark



Organisation



Architecture & Morality



Dazzle Ships





Tuvieron el tino (o quizás la suerte) de salpicar estos discos, que eran inquietos, experimentales por momentos, de canciones pegadizas que se convirtieron rápidamente en grandes éxitos. Esto fue muy notorio en "Organisation" y "Architecture & Morality" que hicieron de ellos estrellas a nivel internacional. Consiguieron tener así una sólida base de seguidores que conocía a fondo sus discos a los que se sumó un público general que disfrutó con temas que aún hoy, 30 años más tarde siguen sonando en algunas emisoras como "Enola Gay" o "Joan of Arc". "Dazzle Ships" el último disco de esta brillante tetralogía da un paso más en la consecución de un sonido personal y característico, pero les falló el éxito para los seguidores ocasionales y las ventas se derrumbaron. A partir de ese momento OMD siguió haciendo discos en los que no faltó su éxito para la radio, pero... la música, esa emoción en los sonidos... En los discos que vinieron después ya no había mucho más aparte de un pop convencional de buena factura.




Por todo eso, al escuchar "History of Modern", su disco de finales de 2010, celebré que hubieran recuperado su sonido más característico. Y así, aunque el disco no llega al nivel de los arriba mencionados, se aleja de lo que podría haber sido un disco excesivamente complaciente, cubriendo las canciones de celofanes de colores y dejando de lado lo mejor de lo que en su momento hicieron.




Y por eso, contando con la seguridad de que hay una motivación crematística por encima de todo, la dignidad de este trabajo, de cómo se ha presentado, de su sonido, la música en definitiva, me hace conceder el beneficio de la duda a este lanzamiento. Pero lo mejor de todo, es que, sea cual sea su motivación, es un disco perfectamente disfrutable, repito, sin el nivel de los primeros discos pero donde se aprecian las ganas y el cariño puesto en canciones y arreglos. Así las cosas, celebro este regreso.


Vendrán a España en junio, con la formación original y, según dicen en las entrevistas, reproduciendo el sonido y la atmófera de sus primeros discos. Habrá que ir a verlos.

domingo, 6 de marzo de 2011

Cumpleaños feliz


Sant Andreu de la Barca es una localidad de la provincia de Barcelona, en la comarca del Baix Llobregat. Allí tuve mi residencia muchos años y allí tuve la oportunidad de conocer, poco antes de cumplir los 20 años a Vicente.


Por aquel entonces Vicente era, junto a sus inseparables Santi y JB, quien dirigía los destinos de "Studio 79", emisora piratesca ( o más bien residente en un limbo legal) que suponía toda una alternativa a la adocenada FM de la época... aunque si en aquella época hubiéramos podido imaginar la FM del siglo XXI, la de entonces nos hubiera parecido una situación revolucionaria, al menos musicalmente hablando.


Ya desde aquellos inicios Vicente era un catalizador de tendencias e ideas. Lo conocí al participar en una especie de "performance" audiovisual sobre el Guernica de Picasso, y pocos años después tuve la osadía de acercarme nuevamente a él para colaborar en ese proyecto tan excitante que era "Studio 79".


Sin mi participación en la emisora ahora probablemente no existiría este blog inconstante, y sin Vicente yo no hubiera hecho crecer, como lo hice, mi afición a la música. Con él discutía, descubría, imaginaba... Él fue el principal impulsor del rock en Sant Andreu y alrededores en los 90, y con él hicimos entre todos que aquellas ilusiones se convirtieran en concreciones divertidas.


Hoy Vicente es un quasifuncionario en la emisora municipal, pero hablar con él sigue siendo un placer sobre todo cuando la conversación deriva a la música. Es un pozo de sabiduría, pero su saber no tiene un carácter de árida erudición, sino de anécdota sabrosa, siempre bien documentada.


Más que un "connaisseur" (el que conoce), Vicente es un "amateur" (el que ama). Ama y hace amar la música. Y por eso, hoy, que es el día de su aniversario, le deseo públicamente, un feliz cumpleaños.


Quizás alguien pueda tildarme de exagerado si digo que Vicente ha colaborado en hacer de Sant Andreu un lugar mejor para vivir. Pero de lo que estoy seguro es de que ha hecho de mí, y de muchos de los que hemos vivido cerca de él, unas mejores personas.


Brindemos con él con un buen gin-tonic (de Giró, of course).

viernes, 12 de noviembre de 2010

Más sobre el "Ruta 66"

No soy el único que celebra los 25 años del "Ruta 66". En este documentado e interesante artículo, Diego Manrique, desde una perspectiva crítica desgrana elogios sobre este medio.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Placeres/Ruta/66/elpepucul/20101108elpepicul_3/Tes

martes, 2 de noviembre de 2010

Get your kicks on Route 66! - ¡Felicidades Ruta 66!

Empezaré con una confesión: Yo era más del Rock de Lux. Tras la debacle de los últimos meses del infumable ROCK ESPEZIAL (que tuvo, eso sí, un honorable comienzo), algunos de los redactores que estaban en él lo reflotaron como Rock de Lux (que sigue en la lucha) y los más "guerrilleros" Ignacio Julià y Jaime Gonzalo, se embarcaron el la aventura del "Ruta 66". La verdad es que no recuerdo si la cronología es exactamente esta, pero el caso es que a mediados de los 80 la prensa musical española estaba algo convulsa y aunque hubo cierto riesgo de cataclismo, ahí están, como supervivientes, el Rock de Lux, y la revista que hoy me hace escribir estas líneas: RUTA 66.



De riguroso blanco y negro, más negro que blanco, Ruta 66 fue una revista que desde el principio mantuvo una clarísima línea editorial, contra muchos vientos y muchas mareas y eso la hacía particularmente admirable, aunque a mí particularmente a veces se me hacía indigesta. Defensores del rock and roll más genuino, o a veces también del más bastardo, pero siempre con una clara estética definida por un cierto underground aunque... no, no es eso. Hay que releer sus páginas para saber exactamente de qué se trata. ¿Rock de guitarras? Pues no, pues Suicide también entran en su estética. ¿Underground? ¿Y que hace el country and western? En fin hay que volver a sus páginas para impregnarse del espíritu "Ruta 66". Y si no, una propuesta rápida y económica: en este mes de noviembre ha aparecido el número 276 en edición especial 25 aniversario que recupera lo mejor de todos estos años. Casi 150 páginas en un viaje estupendo por el mejor rock de estos años.



Fui fiel seguidor (y comprador) de la misma durante algo más de 10 años. A mediados de los 90 me empecé a plantear reducir el número de revistas musicales que adquiría y aunque con cierto dolor, sacrifiqué el "Ruta".



He seguido sabiendo de su trayectoria, de sus dificultades, de su (casi) traumático cambio al color, muy denostado por sus seguidores más acérrimos. Y hoy, constato con emoción que sigue en pie y, hojeando las páginas que recuerdan estos 25 años, veo que con fuerza.



El consejo es simple: si alguna vez os ha interesado eso del rock and roll, corred al kiosco y compraos el "Ruta" de este mes: ¡No cuesta ni 1.000 pelas!

martes, 12 de octubre de 2010

Un toque de teatro clásico español


Fin de semana largo y de corte "hispánico": para la celebración de la fiesta de las Españas, mi amiga Alba Bohigas (abohigas.blogspot.com) decidió venir a pasar unos días a la Villa y Corte y pensé que nada mejor que obsequiar su bienvenida con una pieza de teatro clásico español: "El Alcalde de Zalamea" de Pedro Calderón de la Barca.


Creo que la decisión fue de lo más adecuado. Como de costumbre, la Compañía Nacional de Teatro Clásico nos ofreció un espectáculo grato, respetuoso con la obra y al tiempo disfrutable en el siglo XXI. Los personajes quedaban perfectamente dibujados (mérito del autor y la adaptación) y nos llegaban, junto al verso, de manera clara y diáfana (mérito de la dirección y los actores). He leído alguna crítica a la escenografía que a mi parecer, en su austeridad resaltaba las virtudes de la representación.


Especialmente destacables son los monólogos, tanto el del personaje de Isabel, la hija de Pedro Crespo, como el del propio Pedro Crespo, interpretado por un excelente Joaquín Notario.


Si tuviera que buscarle un "pero", sería el de los personajes de Don Mendo y Nuño, un tanto supérfluos en la representación. Sin embargo habrá quien piense que son un acierto al aligerar la intensa carga dramática de la misma.


Salimos Alba y un servidor muy satisfechos. Llenos de Siglo de Oro y con ganas de pasear por el centro del Madrid de la época.