sábado, 27 de marzo de 2010

Es hora de mostrar lo que apreciamos la música clásica · ELPAÍS.com

Que nadie se pierda el estupendo artículo de Alex Ross en EL PAÍS. Un día escribiré algo sobre este periodista musical. Sirva este artículo como aperitivo.

Es hora de mostrar lo que apreciamos la música clásica · ELPAÍS.com

viernes, 26 de marzo de 2010

Karaoke inverso

Hace unos días un distinguido seguidor de este rincón de Internet me pidió que explicara qué era eso del "karaoke inverso" que mencionaba en el comentario sobre la exposición "Sonic Youth etc." que todavía estáis a tiempo de disfrutar si podéis acercaros a Móstoles.

Pues bien, el "karaoke inverso" era una instalación que estaba en el interior de una especie de yurta. Vamos, como una tienda de planta circular y techo cónico, parecida a las que usaban los pueblos del Asia Central. La instalación era en teoría interactiva pero una cinta impedía la entrada a la misma. Dentro de esta yurta había una batería, un bajo y una guitarra electrica conectados a sus respectivos amplificadores. Y por unos altavoces sonaba la voz (sólo la voz) de Kim Gordon cantando. Y claro, era un "karaoke inverso" porque en lugar de tener un fondo musical sobre el cual el visitante pudiera cantar, la propuesta era poner música a la voz de Kim. Como los organizadores tíenen serias dudas sobre la habilidad musical de la mayoría de los visitantes, la instalación, supuestamente interactiva, es sólo de ver pero no tocar. Y creo que acertadamente, porque si además del "columpio horrifónico" hubiera que escuchar a algún bárbaro aporreando la batería o manoseando las cuerdas de la guitarra, la interactividad se pondría de manifiesto en la rapidez del resto de los visitantes poniendo pies en polvorosa.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Los Sonidos de la Tierra

He visitado ya algunos museos de instrumentos musicales. Y todos, en mayor o menor medida, han dejado en mí un melancólico sentimiento de desamparo. El desamparo de ver aquellos instrumentos de fabricar sonidos encerrados en vitrinas en medio de un ambiente silencioso.













Recientemente he tenido la oportunidad de visitar el museo de instrumentos musicales de Santo Domingo de Silos. Un museo que tiene el pomposo nombre de Los Sonidos de la Tierra y en el que desde la entrada piden al visitante que guarde silencio... y no porque la voz de un amigo de la música pueda perturbar esos sonidos de la Tierra que el nombre del museo parece prometer. Nada de eso. Un silencio monástico, entendible en la visita a un cenobio, acompaña al visitante en el paseo entre esa colección de urnas que más recuerdan a un cementerio de la música que a un lugar destinado, como su nombre indica, a celebrar los sonidos del mundo.

Y sin embargo no deja de ser levemente interesante la visita. Se pueden ver muchos instrumentos folklóricos, pero al final la impresión es la de la acumulación de cultura apolillada. Paradójicamente, la visita al mismo monasterio de Santo Domingo realizada el día anterior resultaba más viva que el triste deambular por las vitrinas-jaula donde languidecían, encerrados y silentes, los instrumentos musicales.

martes, 23 de marzo de 2010

Santo Domingo de Silos ¿Música gregoriana?


Hay gente que nos pregunta: "¿a qué hora cantan los monjes?". Los monjes no cantamos. No ofrecemos conciertos como si fuéramos un grupo de música pop. Oramos, y queremos hacerlo con cierta belleza, como la que expresan los maestros antiguos en los capiteles del claustro. Y para acercarnos a esa belleza lo hacemos con música, utilizando para ello el canto gregoriano.


Esta breve explicación del monje que guió mi visita al espléndido claustro de la abadía de Santo Domingo de Silos sirvió para definir a la perfección en qué consiste asistir a la liturgia benedictina en ese monasterio. Unas horas antes ya había presenciado el oficio de la hora Sexta que resultó algo decepcionante. El oficio de Vísperas no lo mejoró mucho desde el punto de vista musical. Me sobró en todo momento el órgano que restaba autenticidad al canto gregoriano. Pero como acto de solemnidad litúrgica, con su austeridad monacal resultó sobrecogedor. El canto, que si bien desde un punto de vista estrictamente musical podría dejar que desear, fue en todo momento perfecto marco para otorgar una dignidad inusual a un oficio de Vísperas especialmente solemne por ser a un tiempo Viernes de Cuaresma y festividad de San José. El oficio acabó con la bendición del Santísimo Sacramento y una procesión de los monjes por el interior de la basílica hasta la tumba de Santo Domingo.


Uno no puede más que sentirse privilegiado de asistir a un acto tan bello y austero a un tiempo, tan auténtico, y en este enclave, en el corazón de la tierra castellana.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Sonic Youth etc.: Sensational Fix


Hace unas semanas me sorprendió ver en la prensa la noticia de la inauguración en el CA2M (Centro de Arte Dos de Mayo) de una exposición dedicada a Sonic Youth. El CA2M está situado en la ciudad madrileña de Móstoles y no parecía, a priori el lugar más idoneo para una exposición de un grupo que supuso la continuación en los 80 de la parte más oscura de aquella no-wave que animó el Nueva York de finales de los 70.

Así que con cierta expectación me acerqué a Móstoles y a su Centro de Arte de tan castizo nombre y el paseo mereció la pena. En primer lugar descubrí un edificio que salvando todas las distancias, y seguramente influido por la exposición que iba a ver, se me antojó a un MOMA (Museum Of Modern Art de Nueva York) en pequeñito. No se trata de una construcción singular en medio de una plaza o un parque, sino que sigue la linea de fachadas de la Avenida de la Constitución y uno puede caminar por la calle distraidamente sin darse cuenta de que está ante un edificio especial. Sin embargo una vez dentro el edificio ofrece un mundo artístico y de servicios, ofrecido por un personal muy amable (lamentablemente poco usual en este tipo de instituciones) y que durante la visita te hace olvidar lo que se deja atrás y te introduce en la exposición.

En el caso que nos ocupa, se trataba de explorar lo límites de la producción y las influencias de este grupo neoyorquino fundado en los 80 pero que aún hoy día siguen haciendo obras interesantes. La muestra iba más allá de su rock radical, intenso y ruidoso y extremaba los hallazgos y las ocurrencias de Thurston Moore, Lee Ranaldo y Kim Gordon, los tres miembros originales de la banda.

Por una parte la exposición muestra parafernalia propia del grupo: portadas del discos, videos, carteles... existe incluso la posibilidad de pedir prestados libros o incluso discos de vinilo del grupo que uno puede escuchar en un viejo tocadiscos comodamente sentado en un sillón de la planta baja.

Ascendiendo a las plantas superiores uno se sumerge el el mundo de SY con una muestra de su colección de obras de arte: videos, pinturas, máquinas de hacer ruido (¡un columpio horrifónico!), montañas de discos de vinilo, guitarras eléctricas, un karaoke inverso, fotos y pinturas de explicito contenido sexual... Una amalgama de sensaciones, a ratos entretenida, a ratos excesiva, pero que me hizo recordar que la música y el arte en general, también son eso: provocación y exageración... catarsis.

He vuelto a escuchar a los Sonic Youth, lo he hecho con sumo placer. Repasar discos como Daydream Nation o Goo me ha recordado que en sus temas de rock crudo y distorsión inmisericorde se encuentran algunos de los fragmentos esenciales del Manhattan del final del siglo XX.

martes, 16 de marzo de 2010

Cantadas y Sonadas. Un blog (eminentemente) musical

¡Ya me decidí! Después de darle algunas vueltas, y aunque en principio me pareció un ejercicio un tanto presuntuoso, pensé que siempre era mejor expresar las ideas, reflexiones y opiniones en un rinconcito de Internet al que accede quien quiere que atosigar a amigos, compañeros y otros conocidos mediante el envío de correos electrónicos que no dejan de ser una pequeña intromisión en ámbitos privados.

Así que me pensé un título que tuviera relación con la música pero que eventualmente pudiera dar cabida a algún tema más y me puse manos a la obra... manos, por cierto un poco inseguras ya que mi experiencia en estos ámbitos "blogueros" es nula.

Espero haber iniciado algo mínimamente digno e interesante.